Dieta cetogénica en TGD, Autismo y otras condiciones neurológicas
“Llevo dieta libre de gluten y caseína, pero no veo avances”.
“Mi hijo lleva dieta desde hace años, está suplementado y aún continúa estando irritable y con estereotipias”.
“Apliqué la dieta cetogénica en mi hijo, pero no vi resultados”.
“La dieta cetogénica causó estreñimiento”.
Dieta cetogénica en pacientes con TGC
La dieta cetogénica es un tipo de dieta que se caracteriza por el consumo muy elevado de grasas, un control de proteínas y baja en carbohidratos.
Durante años se ha aplicado como un tratamiento eficaz y bien tolerado en niños con epilepsias infantiles refractarias, pero también se ha recomendado para mejorar la función cerebral de los niños con TGD (Trastornos Generalizado del Desarrollo).
En pacientes con Autismo o TGD es recomendable la dieta cetogénica en casos de estereotipias muy marcadas y que el paciente esté estancado con una dieta gluten free, casein free y otros alimentos que causen sensibilidad. En esta dieta se considera la redistribución de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), es decir, se puede evaluar aumentar la fuente y el aporte de grasas a expensas de la disminución de los carbohidratos, siempre bajo las pautas de un nutricionista especialista en autismo.
Comúnmente se ha evidenciado que los pacientes con estos diagnósticos TGD tienen afecciones relacionadas con el exceso del consumo de carbohidratos, los cuales suelen promover infecciones intestinales e inflamación cerebral, además de deficiencia en la producción de neurotransmisores, presencia de epilepsias, falta de tonicidad muscular, problemas de atención y conexión, entre otros.
Fuentes bibliográficas, casos clínicos reportados y la experiencia con nuestros consultantes revelan muchos cambios positivos al aplicar este tipo de dieta, por ello lo llevamos a la práctica.
Objetivo de la dieta cetogénica en pacientes con TGC
Su aplicación tiene como principal objetivo (García-Peñas, 2016):
1. Generar energía:
Al descomponerse la grasa se producen sustancias llamadas cetonas las cuales son encargadas de alimentar al cerebro de energía, estas sustancias son mucho más eficientes que la glucosa, además se ha reportado que su metabolismo produce menor daño oxidativo.
2. Desinflamación:
Las condiciones neurológicas son netamente inflamatorias, una dieta elevada en grasas promueve la desinflamación cerebral a raíz de la cantidad y calidad de ácidos grasos que se está consumiendo y gracias al poco consumo de carbohidratos.
3. Neuroprotección y “regeneración neuronal”:
Las neuronas tienen una capa protectora de grasas, cuando hay daño neuronal hay poca cantidad de este nutriente en el cerebro. El consumo de grasas reduce el riesgo de lesiones neuronales y muerte neuronal.
4. Cambios en la microbiota:
La microbiota genera ácidos grasos de cadena corta, estos alimentan la microbiota buena. Entre la grasa y la microbiota ocurre netamente una retroalimentación, lo que permite potenciar la comunicación .
5. Transmisión de señales:
Es efectiva para los procesos de comunicación entre neurona y neurona debido a que tiene efectos en canales de sodio, calcio, potasio y cloro, este proceso es clave para la liberación de que normalmente tienen desbalance en niños con TEA, además de que mejora la contracción muscular, e incluso expresión genética.
6. Mejorar la respiración mitocondrial:
Tiene efectos positivos sobre las alteraciones del metabolismo oxidativo mitocondrial, por ende es una fuente alterna de energía.
7. Generar equilibrio:
Permite el equilibrio entre el interior de las células y la sangre, llamado homeostasis. Por ejemplo, si hay muchos impulsos nerviosos, con la dieta se reduce pero si hay poco impulso la dieta los aumenta.
8. Cambios:
Las grasas tienen el poder de inhibir la expresión genética de ciertos genes, además que modera la expresión de ciertas proteínas. Los pacientes con TEA suelen tener SNP´s (pequeñas variaciones genéticas) que pueden ser atenuados con una rigorosa dieta cetogénica.
¿Cuándo iniciar esta dieta?
Es clave tomar en cuenta que este tipo de dieta debemos iniciarla luego de:
- Haber aplicado una dieta 100% libre de gluten y cereales, caseína, azúcar, soja, aditivos, colorantes, y pesticidas.
- Libre de , porque estos alimentos son los principales en generar inflamación intestinal y cerebral.
- Luego de tener un intestino más desinflamado, con una buena digestión de grasas y adecuados resultados de laboratorios, especialmente resultados de enzimas pancreáticas y hepáticas.
¿Ya probaste la Keto Diet y no viste resultados?
Si ya has aplicado este tipo de alimentación y no has visto resultado, te recomendamos que reevalúes la posibilidad de aplicarla por un periodo mayor de tiempo (mínimo 30 días), para producir la cetosis necesaria para que aparezcan los beneficios. Es clave que tengas presente que este es un tratamiento que debe ser totalmente personalizado, recomendado y monitorizado por un especialista que tenga experiencia en la aplicación de esta dieta, no todos la tienen.
A veces se cometen muchos errores a la hora de realizar la dieta cetogénica. Uno de los más comunes es consumir mucha proteína, o no medir los carbohidratos.
Además, es importante considerarse las variantes de la dieta, lo mejor será que se adapte más a las condiciones del paciente. Las variantes de la dieta cetogénica son:
- Típica dieta cetogénica (70 a 80% grasas).
- Dieta cetogénica modificada.
- MCT Oil diet.
- Tratamiento de bajo índice glicémico.
- Dieta Atkins modificada.
Otro factor importante a considerar es que con este tipo de dieta puede haber estreñimiento, deshidratación, acidosis, piedras en los riñones si no está correctamente llevada. Por ello hay que monitorizarla 100%, aunado a la alimentación se recomienda seguir un plan de suplementación, hidratación y ajuste de actividades diarias.
Las 3R claves de la dieta cetogénica son:
- Remover: todo tipo de carbohidratos, especialmente los provenientes de cereales, frutas, tubérculos (papa, yuca, camote/batata, etc.), pseudocereales: quínoa, amaranto, trigo sarraceno, etc. Además de aceites ultraprocesados y provenientes de cereales (maíz, soja).
- Reponer grandes cantidades de grasas buenas: aceite virgen y prensado al frío que pueden ser de coco, aceite de oliva, aguacate/palta, mantequilla, ghee preferiblemente proveniente de vacas de pastoreo, mucha agua y electrolitos.
- Recalcular las cantidades de proteínas consumidas diariamente. Un elevado consumo no permite el efecto positivo de la dieta cetogénica.
Te recomendamos considerarla en alguna etapa de la vida, ya verás que No habrá nada que perder, por el contrario, hay todo por ganar.
Referencias Bibliográficas
1. GARCÍA-PEÑAS JJ, Trastornos del espectro autista y epilepsia: el papel de la dieta cetogénica [XVIII Curso Internacional de Actualización en Neuropediatría y Neu, ropsicología Infantil] Revista de Neurología 2016;62(Supl.1): 73-S78, dirección web: https://www.neurologia.com/articulo/2015525
2. Koppel SJ, Swerdlow RH., Neuroketotherapeutics: A modern review of a century-old therapy, 2018 Jul, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28579059
3. R ALBERO, A SANZ, J PLAYÁN Servicio de Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España
4. José Guevara-Campos, Lucía González-Guevara, Autismo asociado a una deficiencia del Complejo III y IV de la cadena respiratoria mitocondrial, http://go.galegroup.com/ps/anonymous?id=GALE%7CA344827163&sid=googleScholar&v=2.1&it=r&linkaccess=abs&issn=05355133&p=AONE&sw=w
