Los niños con autismo no pueden desintoxicarse naturalmente
Relación entre el folato y el autismo
En un estudio de California, las madres de niños con autismo refirieron haber consumido menos folato a través de los alimentos y los suplementos en los primeros meses del embarazo que las madres de niños sin esta condición.
Cumplir la recomendación de ingerir por lo menos 600 microgramos diarios de folato el primer mes de gestación estuvo asociado con un 38% menos riesgo de tener un bebé con autismo o síndrome de Asperger, publicó el American Journal of Clinical Nutrition.
Importancia del folato durante la gestación
El folato desempeña un papel crítico durante la gestación y el primer año de vida, cuando el cerebro está desarrollando conexiones y funciones. La deficiencia de folato puede alterar numerosas funciones cerebrales. Sin embargo, aún se debate si existe una relación directa entre el folato y el autismo.
El folato “es crítico durante la gestación (…) y el primer año de vida, cuando el cerebro está desarrollando las conexiones y las funciones -opinó Edward Quadros, del Centro Médico Downstate de SUNY, Brooklyn, Nueva York, y que no participó del estudio
“Surgieron muchas hipótesis sobre si la fortificación de los alimentos con ácido fólico en Estados Unidos podrían haber aumentado la prevalencia de los trastornos del espectro autista”, dijo Rebecca Schmidt, autora principal del estudio de University of California, Davis. “Cuando comenzamos a estudiarlo, los resultados podrían confirmarlo o no”, dijo.
Estudio sobre el consumo de folato y el autismo
El equipo de Schmidt entrevistó a las madres de 429 preescolares con algún trastorno del espectro autista y de 278 niños con desarrollo normal. Las mujeres respondieron sobre la alimentación y el uso de suplementos durante el embarazo para poder determinar cuánto ácido fólico habían consumido por mes.
Durante el embarazo, las madres de los niños sin autismo habían consumido más ácido fólico a través de alimentos fortificados y vitaminas que el otro grupo.
Esa diferencia fue mayor en el primer mes de embarazo, cuando las madres de los niños con desarrollo normal habían ingerido unos 779 microgramos de ácido fólico por día y el 69 por ciento de ellas cumplía con las recomendaciones de consumo diario de la vitamina B.
En cambio, las madres de los niños con autismo recordaron haber consumido unos 655 microgramos diarios y apenas el 54 por ciento habían ingerido los 600 microgramo o más por día.
Conclusiones y recomendaciones
Es importante destacar que el folato se encuentra presente en diversos alimentos, como lentejas y espinacas, aportando entre 100 y 200 microgramos por media taza.
El estudio demostró una relación entre el folato y el autismo, incluso después de considerar factores como la edad, la etnia, el tabaquismo y el consumo de alcohol durante el embarazo. No obstante, se requieren más estudios para confirmar estos resultados y ampliar nuestro entendimiento sobre esta relación.
El doctor Fernando Scaglia, de Baylor College of Medicine, Houston, Texas, consideró que se necesitan más estudio “para comprobar si estos resultados se pueden replicar”.
Fuente: Terra.
Equipo Editorial NutriWhite