Nutrición para niños con autismo y su relación con la microbiota y desórdenes conductuales
En la búsqueda de las causas de los Trastornos del Espectro Autista (TEA)
Se han formulado varias hipótesis, ya muchas de estas comprobadas, tales como los problemas genéticos y los trastornos gastrointestinales, que son la causa de la alteración del funcionamiento cerebral de este grupo de personas.
Hoy en día se sabe que el autismo es una condición de origen gastrointestinal, lo que ha aumentado el interés por la intervención de terapia nutricional de forma oportuna, con una alimentación libre de gluten y caseína principalmente. Esto, con base en que estas proteínas forman sustancias que penetran a la circulación sanguínea y al cerebro a través de la Barrera Hematoencefálica (BHE), y funcionan como falsos neurotransmisores (Casaubon y Goldbard, 2015)
Resulta que en niños con TEA se describe como parte de su condición una serie de síntomas gastrointestinales, tales como abdomen inflamado, molestias digestivas, estreñimiento, entre otros. Asociados con la presencia de una microbiota disbiótica o desequilibrada, lo cual se ha relacionado con el desequilibrio de la neuromodulación de estos individuos.
Entre los neuromoduladores más importantes para el adecuado desarrollo y funcionamiento neuronal
Están los neurotransmisores inhibitorios (GABA -Ácido Gamma Aminobutírico-, taurina y glicina), y excitatorios (aspartato y glutamato), algunos de ellos provenientes de alimentos y otros pueden ser producidos en el intestino, tal y como es el caso del GABA que se produce debido a que ciertas bacterias poseen la enzima glutamato descarboxilasa, la cual actúa sobre el glutamato que contienen algunos alimentos como: pescados, carnes, langostinos, pollo, tomate, aguacate, arvejas verdes, espárragos verdes, papas (Albarracín, S. et. al. 2016) transformándolo en GABA. Siendo este un neurotransmisor fundamental en la modulación del comportamiento (Nuñez, 2020)
Algunos estudios post mortem del tejido cerebral de personas con TEA muestran una menor cantidad de las subunidades del receptor GABA.
Por esta razón es frecuente que los niños con TEA presenten reacciones de excitación, además del hecho de estar hiperestimulados o saturados de información (Nuñez, 2020)
Esto quiere decir, que el equilibrio de Excitación/Inhibición por parte de los neuromoduladores Glutamato/GABA en el cerebro de personas con TEA no funciona de forma correcta, manteniéndose el nivel de excitación elevado y el de inhibición disminuido.
En estos casos se ha visto que el uso de GABA colabora en regular estos índices excitatorios y mejorar el umbral de tolerancia al estrés.
Otra de las formas de ayudar al cuerpo a producir GABA, es dando suplementos con glutamina (Rosa, 2016)
Adicionalmente, es importante trabajar en el tratamiento nutricional del niño con TEA, para lograr la regulación del nivel de glutamato en el cerebro (a nivel sináptico) y prevenir su acumulación, lo que daría lugar a una sobreestimulación de los receptores de glutamato que provocaría excitotoxicidad y daño neuronal (El-Ansary, et. al. 2017)
El glutamato a nivel neuronal tiene funciones excitatorias esenciales para el sistema nervioso y para el mantenimiento del funcionamiento cognitivo (Albarracín, S. et. al. 2016), pero las neuronas no pueden producir este aminoácido neurotransmisor, sin la presencia de la glutamina, al igual que el GABA que también puede ser sintetizado por el aminoácido glutamina.
Para ello, se utiliza la glutamina almacenada en los astrocitos (células del cerebro), que luego se transforma en glutamato en las neuronas presinápticas por la acción de la enzima glutaminasa, para luego ser reutilizado. Este ciclo en el que estos aminoácidos participan (Glutamato/Glutamina) es fundamental para evitar la excitotoxicidad nombrada anteriormente y se ha informado que el mismo está alterado en los cerebros de los pacientes con TEA (Shimmura, et. al. 2013)
La glutamina puede ser necesaria para mantener el equilibrio de estos ciclos y puede obtenerse tanto de suplementos, como de alimentos tales como: plátano, lentejas, nueces, brócoli, almendras y espinacas.
Por tanto, la solución para aumentar la cantidad de GABA, hasta tener más evidencia disponible, no estaría en disminuir el consumo de glutamina, sino en mantener una microbiota adecuada y equilibrada para convertir el Glutamato en GABA.
Para ello, es necesario llevar una alimentación amiga, aplicando el Protocolo #3R con un plan de alimentación personalizado, para mejorar el equilibrio de tu microbiota, ya que están netamente conectados con el comportamiento y desequilibrio de neuromoduladores.
¿Conoces la relación que tiene el uso de probióticos y el sistema gastrointestinal de personas con TEA?
Se sabe que el uso de probióticos ha sido de gran importancia para disminuir no solo los síntomas gastrointestinales del niño con TEA, sino que también se han observado interesantes cambios a nivel conductual.
Entre sus beneficios podemos mencionar los siguientes:
- Repone la microbiota intestinal a niveles “normales”
- Previene la colonización de la Candida en el intestino: En un estudio se encontró niveles reducidos de D-arabiniol, un metabolito de las especies de Candida, en la orina de niños con TEA, después de la suplementación con probióticos.
- Reduce especies de Clostridium difficile a nivel intestinal: Su elevación está relacionada con disbiosis y síntomas conductuales del autismo. Un estudio informó de una reducción de especies de Clostridium difficile en las muestras de heces de niños con TEA que recibieron probióticos.
- Mejora el lenguaje, la conducta social, sensorial, cognitiva y física.
Pero no cualquier probiótico funciona igual en cada niño con TEA
Cada uno de ellos tiene una microbiota intestinal diferente, lo que hace que sus síntomas sean diferentes. Para ello recomendamos primero evaluar los signos y síntomas de tu niño con un nutricionista especialista en TEA que pueda recomendarte algún probiótico específico según sea su condición, o sugerirte exámenes de heces y microbiota intestinal especiales que te permitan determinar cómo está su microbiota y cuál sería el microorganismo probiótico adecuado a Reponer.
Álvarez en el 2018, presentó unos estudios en los que lograron observar en ratones con conductas características del niño con TEA y problemas gastrointestinales, que al tratarlos con probióticos Bacteroides (B. fragilis), mejora la salud intestinal, la microbiota era más parecida a ratones sin características de TEA, y mejoraba su conducta.
En otra investigación publicada en el 2011, trabajaron con ratones a los que les trató con dieta especial y se complementó con Lactobacillus rhamnosus, experimentaron una reducción en el estrés y la ansiedad. Las bacterias también parecían causar una redistribución de los receptores del cerebro para el neurotransmisor GABA (Comín, 2016)
Con todo lo descrito, y en base a nuestra experiencia. Es importante resaltar la importancia de que las personas con TEA Remuevan gluten, lácteos y azúcar principalmente para evitar la exacerbación de la disbiosis a la que son propensos, así como los síntomas gastrointestinales y conductuales. Pues la salud de la microbiota y la permeabilidad intestinal juegan un papel importante en la neuromodulación de todos nosotros.
Te invitamos a que agendes tu cita nutricional, con nuestros especialistas en inmunonutrición con años de experiencia en el tratamiento de niños y adultos con TEA.
REFERENCIAS
Casaubon, P. y Goldbard, D. 2015. Manifestaciones gastrointestinales en niños con trastorno de espectro autista. Anales médicos.
Comín Daniel. 2016. Desórdenes del aparato digestivo, flora intestinal y autismo. Autismo Diario, Web líder de información sobre autismo.
https://autismodiario.com/2016/07/13/desordenes-del-aparato-digestivo-flora-intestinal-y-autismo/
El-Ansary, et. al. 2017. Glutamate excitotoxicity induced by orally administered propionic acid, a short chain fatty acid can be ameliorated by bee pollen. Lipids in Health and Disease.
Alvarez, G. 2018. Microbiota, probióticos y autismo. Video de YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=52PCgIwCySA
Albarracín, S. et. al. 2016. L-Glutamato: un aminoácido clave para las funciones sensoriales y metabólicas. ALAN. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. https://www.alanrevista.org/ediciones/2016/2/art-2/
Nuñez, P. 2020. Nutrición y Trastorno del Espectro Autista. Universidad de Sevilla. Facultad de Farmacia.
Rosa, A. 2016. GABA y autismo. Centro Kineos. [Consultado en marzo de 2020]. Disponible en:https://www.centrokineos.com/gaba-autismo-a-14-es
