Fatiga, insomnio, ansiedad, cambios de humor, aumento de peso...
Te han dicho que es “normal”, que es estrés, o que son las hormonas “de la edad”. Pero tú sabes que algo cambió y no te sientes como antes.
Lo que nadie te explicó es que cuando tus hormonas se desequilibran, todo tu cuerpo se desordena: tu energía, tu digestión, tu piel, tu mente y tus emociones.